Consejos para la supervivencia de un padre separado.

En este tiempo que llevo separado, he ido aprendiendo, de manera autodidacta y sobre la marcha, muchas de las vivencias del dia a dia de la vida de los Frank de la Jungla españoles: los padres separados con antecedentes por denuncia de violencia de genero.

En esta entrada, quiero dar algunos consejos que a mi me han servido muchísimo en mi día a día:

1º Busca apoyo. Realmente importante. Cuando te separas y encima recibes una denuncia de violencia de género. Por lo general, vas a recibir el rechazo o indiferencia de buena parte de tu entorno (familia, amigos, compañeros). La mayoría no lo hacen a malas, simplemente no saben como actuar. Los medios les bombardean con que la mujer no miente y, por tanto, si denuncia es por una causa. Por tanto, se cauto a quién le cuentas tu situación. A veces es mejor que lo sepan un circulo muy cerrado en quién confíes de verdad, en otras te vendrá bien contarlo y exponerlo. Eso depende de tu personalidad.
Tengas o no tengas ese apoyo, busca asociaciones cerca de tu entorno. Principalmente por razones legales. Tras la denuncia se te asociará un abogado de oficio, pero a veces, ese abogado puede no ser experto en la materia y, al final, puede que recibas mejores consejos y mayor información de los abogados de la asociación, que de tu propio abogado. Aparte de que esas reuniones acabarás viendo tu historia reflejada en otros y sentirás que no eres el único que vive ese infierno. Ese apoyo que puede surgir de esas charlas, te va a poder ayudar mucho. En la batalla hay que estar al lado del veterano, sabe realmente cuando el peligro está cerca.

2º No desesperes. Es difícil decir esto. Pero ahora mismo estas en medio de un tsunami que parece no acabará nunca, pero algún día el mar volverá a una media calma. Piensa que tu situación es mala, pero intenta buscar maneras de salir de ella o al menos de sobrevivir a ella. Eso si, aunque amaine el temporal, nunca bajes la guardia. Ahora eres como un estadounidense viviendo en medio de una zona de tornados. Relájate cuando el tornado acabe, pero prepárate y busca refugio por si viene otro temporal. Aún así, si realmente llegas a un punto tal de no ver solución a tu problema, busca ayuda profesional. Tus hijos te van a necesitar en su vida y el suicidio es la última opción.

3º Usa la tecnología. Gracias a Dios, esta ley ha nacido en una época llena de tecnología medianamente asequible. Si puedes comprarte un celular que grabe tus llamadas, hazlo. Intenta llevar alguna app que no solo te localice, sino que haga un registro de tu localización, con fecha y hora. Siempre que este en presencia de ella, intenta llevar un móvil viejo grabando el audio. Y si tu situación es muy peliaguda, busca alguna mini cámara en el mercado. La más recomendable es la cámara botón, se lleva en la camisa y te puede salvar la vida. Eso sí, requiere que tengas calma para que no sospeche nada. Es legal grabarlo, si no me crees, acude a tu comisaría más cercana y asesórate. Puede evitarte que tras la primera denuncia, sea más lista y se autolesione para poder tener parte del médico forense.

4º Haz como Frodo. Frodo jamás se separó de Sam para llevar la pesada carga del anillo. Haz lo mismo: VE SIEMPRE ACOMPAÑADO. Si tienes que recoger a tus hijos o tienes que verla por la razón X, intenta ir con alguna amiga, familiar. Habiendo testigos, evitas denuncias. Intenta ir siempre con alguien diferente. En muchos casos, ella pedirá que no te acompañe nadie (sabe que habiendo testigos no puede probar su maltrato y no podrá conseguir las ayudas). Jamás cedas. Un encuentro a solas puede  derivar en algo peor que un par de noches en calabozo.

5º Aprovecha cada segundo con tus hijos. Igual no los ves todo lo que quisieras. Pero cada segundo cuenta. Si sólo tienes un par de horas, llévalos al parque, busca actividades cercanas que les sean interesantes (siempre hay actividades gratuitas para niños, es cuestión de buscar en redes). Si tienes algo de más tiempo, intenta buscar actividades que os unan. Eso creará vínculos que son difíciles de romper.  Todos quisiéramos pasar la mitad de su tiempo con ellos, pero por desgracia las leyes no están de nuestra parte. Así que agarra el poco tiempo que dispones y exprímelo al máximo (deja el móvil lejos). Obviamente tu tiempo has de repartirlo también con tu familia. Es necesario. Sobre todo porque sus abuelos, tíos, primos, etc también querrán disfrutar de ellos.

6º QUIERETE A TI MISMO. Decía El Cordobés "que hay quererse a uno mismo, porque queriéndote mucho, quieres más a la persona que está a tu lado y sale todo de deporte". Y ese señor por muy analfabeto que fuese, tenía toda la razón. Muchos te dirán que la mancha de la mora con otra verde se quita o que teniendo pareja todo se hace más llevadero. Pero acabas de pasar por una situación muy difícil, te han roto en mil pedazos. Antes de poner otras flores en el jarrón, espera a que todas las piezas se vuelvan a encajar y el pegamento se seque. No hay prisa. Prioriza el recuperar tu amor propio que estará por los suelos, organizar tu nueva vida antes que pensar en meter a otra mujer en tu vida. Deja que la vida te vaya guiando. 

7º Ayuda profesional. Esto hila con lo anterior. En muchos casos, tu vida habrá quedado destrozada de tal manera que ni tu mismo sabrás como salir. Si tu economía te lo permite, busca un psicólogo, porque lo vas a necesitar. En caso que no te lo puedas permitir, como digo, busca ayuda en grupos de apoyo. También porque en muchos casos, puedes acabar desbordando a tu entorno.

8º Dedícate tiempo. Es cierto que el presupuesto que vas a tener es más corto que las piernas de un pigmeo; que vas a estar cansado, porque ahora cuando tengas a tus hijos vas a tener que cuidarlos tu sólo y, en muchos casos, viniendo de trabajar. Si los días de visita coinciden con días de trabajo, intenta buscar actividades fuera, sobre todo para que luego cuando tengas que ir a trabajar al día siguiente, no amanezcas con tu casa patas arriba y te tropieces con sus juguetes y vuelvas a casa y te toque pasarte el día limpiando. Usa tus días libres para hacer alguna actividad que te guste y este dentro de tu presupuesto: ir a echar un partido con los colegas, comprare una bolsa de palomitas y ponerte una película, darte un paseo por el campo, ir a la playa (si vives en la costa). Si tus días libres son tus días de visita, usa una tarde o mañana (dependiendo tu horario) para hacerlo. Lo necesitarás.

9º Jamás hables mal de ella o su entorno delante de tus hijos. Puede que tu ex te tenga presente a diario y no precisamente para decir lo buen padre que eres. Pero tu no le devuelvas la moneda. Aunque tus hijos vengan con la ropa sucia o vieja, o te los entregue sin comer o dormir, o le oigas a tus hijos un "papa es malo, lo dice mamá". Respira hondo, sonrieles. Cuando se vayan, ya tendrás tiempo de llamar o escribirle al amigo o amiga de turno para contarle lo mala que es tu ex. Ellos no tienen porque estar en medio de esa guerra. Ellos son las mayores victimas de esta batalla. 

10º Segundas partes nunca fueron buenas. ¿Alguien recuerda la segunda de Parque Jurásico o del Padrino? Cuando algo se acaba es mejor dejarlo así. En este caso, además, ella te ha puesto una denuncia por violencia, que es de las cosas más rastreras que se pueden hacer. Puede que para ti sea Miss Universo o que la química entre vosotros sea impresionante. Pero recuerda, Francesco dio una segunda oportunidad a Juana y mirad como acabó.... Si hay que estar una temporadita jugando al solitario no te va a pasar nada. Volver es dar pie a un nuevo ingreso en calabozo y salvo que disfrutarás tu estancia en el Resort de lujo donde te sirvieron una comida tan maravillosa, la atención era exquisita y la comodidad y limpieza eran de un altísimo estándar (nótese la ironía), no te lo recomiendo.

En definitiva. Ahora mismo eres como el niño de Jumanji: estás en medio de una jungla, rodeado de bichos temibles, cagado de miedo, con recursos muy limitados. Pero piensa que lo que no te mata te hace más fuerte. Y de esta vas a salir como el vinagre malo: fortisimo. Y de Jumanji, se acaba saliendo, solo es cuestión de que los dados caigan en la posición correcta.