Cuando la custodia se hace copla.

Como padre y como gaditano amante del Carnaval, me emociona cuando un autor reconocido escribe una letra a la causa de la custodia compartida.
Sobre todo es de reconocer, que se echa en falta buenas plumas que le escriban a algo tan duro, y sobre todo plumas que sepan plasmar el gran problema a nivel social que representa la separación cuando se tienen hijos.
Y digo las buenas plumas, porque en el concurso de agrupaciones del Falla se ha cantado varias coplas a la custodia compartida desde varios prismas, pero ha habido algunas muy acertadas y otras no tanto. Recuerdo aquella de Tino Tovar con su comparsa Las Estaciones donde hablaba del maltrato psicológico vivido por un hombre separado que no podía ver a su hijo. El mismo autor, años después escribiría otra copla a la custodia, en su comparsa La canción de Cádiz (que además fue un merecidísimo primer premio) donde trataba esa realidad de muchos padres no custodios: el no disponer suficiente tiempo para ejercer de padre.

Pero otros grupos han tratado el tema, enfocándolo desde el: que mala es tu madre que no me deja verte porque sólo quiere dinero o ya metiendo el tema de las denuncias falsas.

Yo, que he sufrido una denuncia falsa, se lo duro que es, se lo que se sufre y como padre separado vivo las penurias de llegar justito a fin de mes porque tengo que pasarle una pensión alimenticia a mi ex, ex que se negó a darme la compartida precisamente por no querer renunciar a las prebendas que obtendría al ser madre soltera con custodia exclusiva. Pero no, mi mayor  cruz no es ni haber sido marcado ante la sociedad como un presunto maltratador (marca que tendré de por vida aunque jamás haya hecho nada), ni tener que pagar una pensión que se que gasta en ella  en muchas ocasiones y mucho menos el ver mi frigorífico vacío o mi cuenta en números rojos. Mi mayor pena es que mi hija me confiese entre llantos que me echa de menos y no quiere ir al colegio, porque quiere quedarse conmigo o que me diga que papá trabaja tanto que apenas lo veo.
Me duele mi hija y el poco tiempo que tenemos para poder ser padre e hija. Porque que la madre hable mal de mi en el colegio, me da igual. Me da igual que la profesora me mire mal u otras madres cuchicheen o se vayan rápido si estoy allí. A mi lo que en verdad me duele, es que mi hija no pueda disfrutar de su padre, que se sienta una visitante en su propio hogar, porque es ella y su luz la que convierte en hogar esa casa.

Por eso cuando escucho un pasodoble como este del gran Enrique Remolino (meritorio aprendiz de la escuela de la peña Nuestra Andalucía) me emociono. Porque el pasodoble viene a decir que la relación se acaba, que pueden haber sus más y sus menos, que el amor acabó pero hay un hijo,hija, hije (para ser políticamente correcto)que no se merece ser usado como bomba de granada, no deben estar en medio de dos trincheras absurdas, porque si hubo pasión en una cama para que se fabricara ese milagro, hay que recordarlo para no olvidar que si se tuvo esa criatura con esa persona, sería porque algo bueno verías en el/ella.  Yo jamás podré entender la gente que usa a los hijos en las separaciones. Si hay cuentas pendientes, habladlo entre vosotros. Lo que no se puede es usar a esos pobres indefensos e inocentes niños y secuestrarles su infancia. No puedes hacerle interrogatorios cuando vuelve contigo para ver si le sacas algo que puedas usar en contra de su otro progenitor, no debes jamás hablarle mal de él o ella. Si el otro progenitor es una mala persona se acabará dando cuenta por si mismo. Si tu ex rehace su vida, no intentes poner a tus hijos en contra de esa persona. Tú no la conoces e igual tiene un rol importante en el día a día con el otro progenitor.

Escuchen y saquen sus conclusiones.Y si la madre o el padre es medianamente receptivo, compartanlo con él/ella. Hay que tender todos los puentes posibles, aunque canse que cada puente acabe dinamitado. Esos pequeños merecen que pongas todo de tu parte. Porque la infancia es la única patria que tenemos. La infancia son los cimientos del adulto que será, y nos pertenece a nosotros construirle un suelo firme donde pisar y no un campo de minas.
Si en cambio del otro lado hay un padre Guadiana o una #sumadrequesoyyo mejor, guardátelo. Lo mejor que puedes hacer es disfrutar cada momento con tus hijos e intentar crear momentos únicos con ellos. Al menos, tendrán en su recuerdo lo bueno vivido a tu lado.

Copla Custodia

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