¿Papá, porque te veo tan poco?

Hace unas semanas, mi hija me miró y me dijo: "trabajas mucho papá y te  veo muy poco". Yo la miré y sólo pude decirle:"pero ahora estamos juntos ¿No? 
No iba a decirle que papá lucho durante varios años para intentar conseguir una custodia compartida que su madre me negó desde el primer día. Además, con gritos e insultos. Que por luchar por esa custodia intenté recopilar toda la información que tenía y que en cualquier otro país hubiera servido para demostrar que la madre no buscaba la custodia mono parental con las mejores intenciones. 
No le diré que fui desesperado a la policía a dar conocimiento de lo que me estaba ocurriendo ( gritos e insultos que se sucedían en multitud de ocasiones durante las recogidas y entregas, más los sucesivos mensajes victimistas o amenazadores que le seguían cuando ya me había ido) y la policía me dijo: "Mejor déjelo estar". Tampoco le contaré como mi abogado cuando me presenté en su oficina con un usb lleno de pruebas me respondió: "Esto no es una película de Hollywood hijo, en el juzgado no te van a dejar hablar y mucho menos presentar pruebas". 
Tú, no sabrás que me mudé a la ciudad donde tu madre reside, para poder estar más cerca de ti. Para evitar que en los pocos ratos que tenemos juntos, tuviéramos que andar pasando la mitad de nuestro tiempo en un transporte público. Qué mudarme me ha supuesto cambiar completamente mis horarios. Pero me da igual, lo importante es que cuando te recojo del cole, todo el tiempo podemos disfrutarlo.
Pero para ti, ese tiempo es poco.......y eso me duele.

Y tu madre lo sabe, sabe lo importante que soy para ti y eso le come por dentro. Ella hubiera preferido que hubiera sido como esos padres que dicen: vale tu tienes la custodia, te pago x y yo la tengo dos tardes pero como tu la tienes, tu la educas, yo solo estoy para disfrutarla...... No esperaba mi obstinación, no esperaba mi dedicación, no esperaba que no me rindiera.... Pero he tenido que hacerlo. Luchar por la custodia compartida me ha costado mi salud ( problemas de ansiedad, estrés, insomnio), me ha costado pasar más tiempo en una comisaría o en un frío despacho de abogados que empujándote en los columpios o llevándote a la biblioteca que tanto te gusta. Y del tema económico preferiría no hablar, porque del otro lado dirían que es lo único que me importa. Y NO ES ASÍ. Pero ese tema influye. Esta lucha me ha costado miles de euros en abogados, más todo el dinero invertido para poder mudarme a tu lado. Un dinero que he tenido que arañar de tener que subsistir a base de tener mi nevera vacía los días que no estás conmigo.

Y no me arrepiento de lo pagado, me arrepiento de que no ha servido para nada. Después de varios años entre juicio de malos tratos, recursos, demora del juicio de custodia, he acabado en el mismo sitio: te veo el mismo tiempo y ahora un juez me obliga a pagarle a tu madre más (aunque nunca tanto como ella quería). Una manutención que entendería justa si supiera que ese dinero va destinado a ti. pero se que no es así. Yo desde el día 1 de separarme, jamás le negué un céntimo, ni le dije: "no te paso nada, hasta que un juez me obligue". Es más, ella estuvo insistente en volver conmigo, hasta que le pasé la primera pensión voluntaria (nadie estableció cantidad, pero tras hablarlo con mi abogado y con ella me parecía una cantidad justa dada también el nivel de gastos que yo tenía que asumir y los gastos que calculé). Ella siempre me decía: me pasas muy poco, mientras veía unos zapatos nuevos,ropa nueva, un móvil nuevo cada 6 meses..... Yo no iba a dejar a mi hija sin comer, ni sin ropa. Pero había mantenido dos años a mi ex y no quería mantenerla ni un día mas. 

Tú sólo entiendes que somos tus padres y te queremos, y quieres estar con nosotros. Como cualquier niño. Tú solo quieres poder disfrutar de un tiempo con tu padre que se te está negando. Quieres disfrutar de tu familia al completo. Algo que sólo puedes hacer en vacaciones.  Donde, de pronto, si se reparte el tiempo por igual.
A ti no te pesa la mochila con tus mudas y tus pinturas. Te pesa el no entender porque pasas por la puerta de papá y no puedes llamarlo y subir a verle. 

Mientras tanto, yo tendré que aprovechar cada segundo a tu lado. Rehacer mi vida como pueda. Seguir haciendo malabarismos económicos para llegar a fin de mes. Renunciar a poder pasar más tiempo a tu vera. Porque volver a entrar en ese proceso sólo me dejaría arruinado tanto emocional como económicamente y, tampoco quiero volver a vivir con miedo de que mujer me encontraré en las recogidas y entregas. No quiero volver a eso. No quiero volver a ver tu cara de miedo por no entender porque mamá montaba en cólera cuando veía a papa o porque papa le temblaba el pulso cuando se acercaba a la calle donde vivís. 

Sólo espero que nadie haga la mala jugada de contarte su versión del cuento antes de tiempo. Porque aquí, el inocente lobo, aguantó demasiado tiempo bajo la caperuza....... Mientras los leñadores violetas iban dando palos a manadas de lobos buenos, mientras que Caperucita vivía del cuento.

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