Juana, la loba con disfraz de cordero.

Hace unos días supimos que a Juana Rivas le había sido ratificada la condena de 5 años por sustracción de sus hijos menores. 
No tardaron en salir alguna de las voces del feminismo hegemónico como Fallarás diciendo que ella le recomendaría que hubiera huido. Que su error fue quedarse. Otras siguen repitiendo el mantra de: esta protegiendo a sus hijos de un maltratador.

Pues bien, la señora Rivas (uso el termino por llamarla de algún modo), no esta protegiendo a sus hijos de ningún maltratador. Sabemos que entre ella y su pareja hubo una pelea en el 2009 y que su ex pareja aceptó una condena menor a cambio de poder ver al hijo de la pareja (ayer el mundo desveló que en el parte de lesiones, él tenía más golpes que ella, pero eso al feminismo no le importa). Ambos se habían denunciado, ambos, y ya se sabe, en esta justicia tan patriarcal que tenemos, cuando María pega a Pepe, si Pepe le devuelve la bofetada, el culpable es Pepe, puesto que esta ejerciendo una posición de superioridad. Hay casos donde esta ecuación sea cierta, y otros donde, sinceramente el hombre simplemente se defienda. En el caso de Juana se repite una constante: le gustaba ir a disfrutar la noche. Nadie dice que una mujer con pareja e hijos no tenga derecho a una noche libre. Es algo muy lógico, todos necesitamos una noche así de vez en cuando. El problema es cuando se convierte en norma. Pasó entonces y seguía pasando después. ¿La diferencia? Tras aceptar la condena, Juana se fue unos meses de viaje con otro chico dejando a su hijo con su ex marido (si realmente era un maltratador porqué lo dejaba con él), para luego volver con él. Su ex pensó que cambiar de aires le haría bien y se fueron a Italia. Igual la cosa mejoró un poco, la llegada de otro hijo incluso calmaría las cosas. Pero un hijo no es solución para una pareja que no funciona y, por lo que se ve, volvió pronto a las andadas. Es ahí donde hay que poner la tilde: mujer que quiere una vida sin trabajo, poder salir y entrar, hacer lo que quiera sin tener que dar explicaciones. Porque no, en el siglo XXI un marido no es tu dueño ni mucho menos, pero es tu pareja. Y si cada noche vuelves borracha y desatiendes a tus hijos, pues es lógico que te lo digan. Se trata de convivir y de compartir las tareas de crianza (eso que tanto se les llena la boca a las Montero, Iglesias, Garzón).

Ella, que ya habría sido informada cuando denunció de las ventajas que una maltratada tiene (ventajas necesarias para que una mujer que sufra esa grave situación, pueda rehacer su vida, todo sea dicho de paso), decidió huir del país con la excusa de ir a visitar a su familia. Lo demás todos lo sabemos: viene a España, le denuncia, no vuelve a Italia alegando que su ex le maltrata. Ella y sus hijos reciben el amparo de las asociaciones feministas, incluso sus hijos reciben terapia como hijos de un maltratador (sin haber más condena que esa leve aceptada en el año 2009 y por la que cumplió sentencia). Al final, va a Italia, hay un juicio, hay un informe psicosocial de CINCO MESES y mas de 170 folios, que argumentan que si bien Francesco es un ser narcisista (os pago una cena en el Bulli si me presentáis a un italiano que no lo sea), de ella dicen que es una mujer manipuladora, que básicamente ha usado lo que se llama alienación parental: poner a sus hijos en contra del padre. No existe maltrato ni a ella ni a los hijos. Y de haber existido, lo más normal es que hubieran denunciado en el lugar donde residían. Que ella es lábil, es decir que es una persona inestable, cambiante. Además de decir que confunde sus necesidades con las de sus hijos. Es decir: yo tengo x frustración con mi ex y se la transfiero a mis hijos.

Mi teoría es que se cansó de la vida que tenía allí: regentar un ecoturismo y criar unos hijos no es fácil. Hay que trabajar duro y te deja poco tiempo libre. Así que decidió buscar el camino fácil: me vengo a España, le denuncio y como ahora las leyes están aún más a mi favor, consigo que me reconozcan como maltratada y así me facilitan vivienda, un sueldo, más una pensión por los hijos (más lo que estipulara el juez que su ex debiera pagarle). Al estar en mi ciudad, mi familia se encargará de mis hijos y yo podré hacer lo que me plazca. 
Cuento mi teoría, porque la mayoría ahora la exculpan: estaba mal asesorada. OBVIO. Pero ella sabía lo que estaba haciendo. Una mujer con honradez, sensata y trabajadora si su relación ya no funcionaba lo habla con su pareja, le dice que se va a buscar un trabajo y una casa y que juntos críen a sus hijos. No coges a tus hijos, te vienes a España y buscas que el estado te financie las salidas nocturnas sin una pareja que te diga: "cariño, no crees que deberías estar en casa, crees que esta es manera de llegar a casa, los niños están durmiendo".

Es una hipótesis, pero leyendo todas las partes, es ante lo que me inclino. Y no, Juana no es la única que ha estado en casa de las feministas. Cada vez que una mujer usa esta ley para vengarse de su pareja por una infidelidad o la usa para conseguir un mejor acuerdo en el divorcio o ganar una custodia, todo abogado que le haya apoyado y toda asociación o consistorio que le haya dado consejo legal, ha estado apoyando a una farsante y a una mujer que ha incurrido en fraude y estafa.
El problema que esto no es como estafar al seguro cuando se inunda la casa y dices que tienes dos teles, cuatro ordenadores y dos videoconsolas. En esta parte el denunciado es un señor, en muchas ocasiones un buen tipo. Porque seamos francos, si realmente esas mujeres tuvieran miedo de sus parejas, no denunciarían algo que es mentira, porque sabrían que irían a por ellas. La mayoría de esas denuncias tienen un retrato robot de ambos perfiles: él es un buen hombre, inocente, de buen corazón, persona que se desvive por su pareja y sus hijos, ha estado aceptando todo y durante mucho tiempo ya que tiene una autoestima baja y no es capaz de decir que no a nada. Ella es una mujer inteligente, sabe manejar a las personas, tiene habilidad para vender su discurso a los demás convenciendo en la mayoría de ocasiones a la gente de que donde ella es la verdugo, ha sido la victima; son personas que tienen facilidad para caer bien a la gente, pero realmente no establecen relaciones muy intimas con los que lo rodean, puesto que a poco que rasquen verán que todo es fachada.

En el caso de Francesco no creo que entre en ese retrato (no creo que sea un santo pero tampoco un diablo, pero no le veo una persona de baja autoestima o que lo aceptará todo), pero si el de Juana.

Pero lo más grave en estos casos no son ellos, que en cierto modo están librando una batalla personal. Son los hijos. Esos inocentes que no tienen culpa de que esos dos un día decidieran tener descendencia. Porque nadie te pone un test psicológico delante para tener hijos de manera natural. Basta con decir: Tengamos un hijo. Luego vienen los problemas y se olvida el porque elegimos esa persona para tenerlos. Incluso muchas veces miramos a esa persona y pensamos: "¿En que diablos tendría yo la mente para decidir tener una hija con él/ella?". Y cuando hay hijos de por medio, los verdaderos damnificados son ellos que se ven en medio de dos trincheras intentando vivir una infancia que quedará destrozada y que conllevará a tener unos cimientos muy endebles para construir el adulto que serán en el futuro.

Por eso, me gustaría pediros que saquen a Juana de su casa, entre todos llévenla a la puerta de la cárcel. Si cada mujer que comete el fraude de denunciar maltrato de manera falsa tuviera castigo, las denuncias bajarían, y los medios actuales se utilizarían en todas esas mujeres que siguen en su casa, que a veces marcan el 0 y luego el 1, pero no se atreven a marcar el 6 porque piensan que aún denunciando, nunca estarán a salvo de la bestia que las tiene presas en su casa.  

No todo el maltrato es denunciado, no todo lo denunciado es maltrato. 

Y Juana, si realmente quieres a tus hijos, vuelve a Cerdeña busca un trabajo, habla con tu ex y explícale cuando crezcan a tus hijos lo que hiciste. Protegeles, porque sino, en el futuro acabarán con una mujer como tú y ahí te darás cuenta del gran error que cometiste. 

Comentarios

Entradas populares